lunes, 10 de mayo de 2010
Argentina y Chile liderarán trabajo sobre transparencia en gastos de defensa
jueves, 25 de septiembre de 2008
Tomás Hirsch y la crisis económica
Santiago, 24 de septiembre.- Ante el aprieto financiero que vive Estados Unidos nadie queda exento. Es parte de vivir en un sistema globalizado, donde todos los países están amarrados a un mercado cíclico y oscilante. Es hora de “Fortalecer el proyecto de una integración Latinoamericana” y no depender de irresponsables, dice el vocero Humanista.
Hace trece meses que se vive una de las crisis más profundas en la economía mundial. Desde la Gran Depresión del ’29, donde Chile fue uno de los países más afectados por la dependencia de sus exportaciones, que no se resentía tanto la billetera global. Es la crisis “subprime”, que es, en simple lectura, el otorgamiento de créditos hipotecarios altamente riesgosos, que los expertos llaman “hipotecas basura”. Este ejercicio ha llevado a la quiebra a colosos como Lehman Brothers o Merrill Lynch. Como plan de rescate el gobierno estadounidense aplicará un salvataje de U$700.000 millones para ocuparse de las deudas de sus entidades bancarias. Hirsch es escéptico: “Es una situación absolutamente falsa, ficticia, en la cual el gobierno de EE.UU. les termina entregando dinero sabiendo que son empresas con ganancias astronómicas”.
Lo cierto es que hay más factores que hicieron inevitable el agotamiento del mercado. “La globalización se ha caracterizado por un crecimiento de la pobreza y una marcada tendencia a la concentración de la riqueza” escribe el economista Marcel Claude. Y agrega que en las últimas décadas del siglo pasado el número de pobres se ha incrementado en cien millones de personas, independiente de una economía mundial que ha “crecido”. Sumado a esto, la sobreexplotació n de los recursos naturales tiene atorado al ecosistema. La presión que se ejerce con la alta demanda de la economía hacia las pesquerías, bosques, minerales, entre otros, provoca un aumento en los costos de producción y la pérdida de proyectos de inversión que no pueden cubrir esos gastos. “(La crisis) es el precio que paga el mundo por un modelo neoliberal profundamente antihumano, uno que se basa en el altísimo e ilimitado consumo del petróleo, que transforma los campos de producción de alimentos hacia la producción de biocombustibles, un modelo que impone la fuerza militar para el control de distintas zonas del planeta. Evidentemente es un modelo que termina colapsando”, apunta Tomás Hirsch.
Según los siempre tranquilizadores discursos gubernamentales, Chile tiene una economía fuerte y no sufrirá grandes consecuencias, mas cabe recordar que los fondos de pensiones de los ciudadanos están invertidos en acciones en el mercado mundial, y ya se han perdido más de 18 mil millones de dólares. Y, además, la fortaleza económica que presentan las empresas internas con títulos en la bolsa (fortaleza representada en utilidades), se da por las alzas de tarifas que sufren los clientes. Que seguro con el tiempo aumentarán para estabilizar la economía. “En esta crisis lo que se ha provocado una suerte de capitalismo- comunista, es decir, las ganancias fueron siempre para el sector privado, y ahora que llegó el momento de salvar a los bancos se hace con la plata de todos los ciudadanos de los países ricos y pobres”, sentencia el vocero humanista.
Por último, es válido apuntar que el Buró Presupuestario del Congreso estadounidense, en una evaluación realizada el 2003, señaló que la deuda externa de su país alcanzará los 14 billones de dólares dentro de diez años, a partir de esa fecha. Y que en los próximos cincuenta años la cifra llegará a los 44 billones. Esta inestabilidad sin duda traerá consecuencias para los países que tienen tratados comerciales con ellos, como Chile. “Este es el momento para fortalecer el proyecto de una integración Latinoamericana, en la cual, entre otras cosas, se tenga una moneda propia. Hoy, depender del dólar para el intercambio entre nuestros países es tremendamente riesgoso. Es ponernos en las manos de los mismos irresponsables que han generado esta crisis. Es urgente avanzar en propuestas como la del Banco Sur y Petrosur”, concluye Hirsch.
Eduardo Muñoz
Periodista
jueves, 25 de octubre de 2007
Los ví volver...Una Parte de la Euforia
Hasta que llegó el momento, entre la oscuridad del escenario comenzaron a sonar los acordes de guitarra de "Juego de Seducción" y la explosión fue instantánea. Entonces vino el punteo y las luces mostraron en todo su esplendor a la banda, el power trío más importante del rock latinoamericano estaba frente a nuestros. "Voy a ser tu mayordomo" cantaron las 65 mil personas, que taparon abolutamente el sonido de la banda. La efervesencia era desbordante, era imposible estar quieto y tranquilo, más aún cando Cerati dijo que era hora de "moverse" con "Tele-K", canción fiestera por excelencia que hizo sltar a todo el estadio.
Hasta aquí, del fantástico juego de luces anunciado, poco y nada habíamos visto, hasta que Cerati hizo apagar las luces del público y encender los celulares para crear la atmósfera necesaria para tocar "Fue", otro trmendo tema del Dynamo que trajo consigo el verdadero estreno del juego de luces. Las tres pantallas gigantes detrás de los músicos, unidas a las tres parrillas circulares que bajaban del techo para superponerse a las pantallas y generar un juego magnífico y brillante, nunca antes visto en Chile. Perfecto para esa canción y para "En Remolinos" y "Primavera 0", las dos máximas expresiones de rock del show y que también forman parte de Dynamo. Personalmente, ese episodio fue lo mejor. Con qué oficio y calidad tocaron y qué bien se complementaron las luces con el sentido de lo que estaban tocando.
El intermdio lo dio una versión ultra rockeada de "No Existes" del Signos. Una versión que le dio nueva vida a una canción que tiene 20 años y que perfectamente pudo haber sido compuesta en esta década. Ésta dio el paso al paquete del Canción Animal de 1990, para muchos el primer disco de Rock de Soda, con canciones como "Sueles Dejarme Solo", "En el Séptimo Día", "Un millón de años luz" mención especial para el juego con los efectos que dieron una sensación de espacio exterior, "De Música Ligera" y "Cae el Sol", todas con una impronta rockera que dejó una sensación de satisfacción inigualable.
Sólo el fin del show careció de la emotividad necesaria y correspondiente, salieron dos veces del escenario y terminaron con Disco Eterno, Prófugos, Zona de Promesas y para el cierre definitivo, Nada Personal, una que era esperada por muchos, incluyéndome, y que le dio el final perfectro a una noche redonda.